8. ROMANZA ILOCANA
(La palida tarde)

Cuando muere la palida tarde
y me veo tan lejos de ti
Iloro mucho y el alba cobarde
en la sombra comienza a gemir
te acaricia, te busca te invita
a evocar sus recuerdos de amor
mas al punto ay se marchita
de mis ansias la flor.

Es que el aislamiento cruel
el pecho me llena de hiel
al traerme los ecos
del tiempo dichoso que huyo.
Por eso no puedo sin ti
hallar el placer que perdi
ni encuentro un alivio
en mi llanto de amor.

Es tan vivo mi ardiente deseo
tan intensa mi fiebre de amor
que de lejos te siento y te veo
a traves de mi negro dolor
en mis noches de insomnio fulguras
con tus virgenes formas de luz
y en mi senda ay de amarguras
tu compartes mi cruz.

Si quieres que nunca el pesar
retorne en mi alma a anidar
no dudes del fuego
perenne de mi honda pasion
porque aunque distante de ti
el fiel corazon que te di
sabra idolatrarte
cual siempre te amo.


[Letras de Fernando Maria Guerrero y Leoncia Florentino de Vigan]